martes, 23 de abril de 2019

ADICCIONES TECNOLÓGICAS ¿QUÉ SON Y QUÉ PELIGROS CONLLEVAN?


Recuerdo cuando era pequeña que para saber alguna cosa tenía que ir a la enciclopedia, buscar el tomo y encontrar la palabra. Para comunicarme con alguien tenía que esperar a llegar a casa coger el teléfono fijo con un tiempo muy limitado de hablar puesto que la cuenta subía y  cuando tenía que pasar un trabajo tiraba de la máquina de escribir. Pero ahora  todo eso ha cambiado y vivimos en la era de la inmediatez donde coexisten  muchas ventajas pero también muchos peligros con graves consecuencias.

Es evidente que las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) están teniendo un lugar destacado en nuestro día a día, puesto que las prestaciones y comodidades hacen que sea muy difícil renunciar a ellas. Es evidente que facilitan las tareas y además se obtienen respuestas rápidas y recompensas inmediatas.

En los posts anteriores he centrado la atención a las adicciones a sustancias pero creo importante dedicarle algunos de los escritos a las adicciones conductuales de las que tanto se está hablando últimamente por la cantidad de adolescentes que tienen este problema de adicción.  Pero en las dos hablamos del mismo concepto: “adicción”.

Esta se define como una actitud o conducta generada como consecuencia de una dependencia.
La adicción es el abuso habitual de una sustancia o actividad, independientemente de la voluntad, con resultados de dependencia.

Esta afecta al cerebro, y su finalidad es la de encontrar recompensa o alivio ya sea a través de sustancias o mediante determinadas conductas. La persona obtiene una sensación de bienestar y gratificación cuando realiza la actividad. Por el contrario cuando no la realiza, las sensaciones van a ser negativas causando estrés y ansiedad, potenciando aún más la adicción.

Es importante dejar claro que cualquier conducta placentera es susceptible de convertirse en adictiva, con lo cual cualquier niño o joven es vulnerable ante el riesgo que esto supone.

Este verano cuando estaba en el comedor de un hotel a la hora comer,  me di cuenta que había un 30% de los niños que estaban comiendo con el Ipad o el móvil delante. E incluso algún niño que cuando comenzaba a llorar, inmediatamente los padres utilizaban cualquier TIC para calmar a sus hijos, eran “chupetes” en forma de pantalla.

Pero, paremos un momento en esta escena. ¿Qué estamos enseñando a nuestros hijos desde pequeños? A que continuamente busquen el placer, la recompensa inmediata y por otro lado, cuando no lo tienen, ¿volvemos a utilizar las pantallas para calmar su dolor?
Entonces, ¿Qué estamos enseñando a nuestros hijos emocionalmente y conductualmente desde pequeños?

Una madre hace poco en la consulta me hablada de su hijo de 12 años que nada más llegar del colegio ya había planificado una partida al Fortnite con unos amigos y gente de otra ciudad a los que no conocía. La partida duró mucho tiempo y cuando se dieron cuenta no había hecho ni los deberes ni ninguna de sus responsabilidades. Esto se empezaba a repetir con más frecuencia, aumentando en número de horas los fines de semana. Las consecuencias fueron nefastas y ya cuando se dieron cuenta era difícil de parar sin hacer tratamiento.

Pablo (nombre ficticio) empezó a aislarse, a tener cambios de humor, su rendimiento escolar se vio afectado, se fue separando de su grupo de iguales, descuidó considerablemente sus responsabilidades e incluso su cuidado personal, hábitos de higiene y alimentación.

Pablo a través de los videojuegos tenía la posibilidad de moverse en un mundo irreal donde encontraba  una sensación de poder, ante un enemigo que podía vencer y cuanto más tiempo pasaba delante de la pantalla más  seguro se sentía. Pablo encontraba a través de las pantallas la oportunidad de mostrarse no como era sino como le gustaría ser. Tras una pantalla es más fácil, pero esto le estaba privando de socializarse, de madurar como persona, careciendo de recursos personales con un creciente aislamiento.

Desde muy pequeñito había vivido en contacto directo con las pantallas, sin limitaciones y sin conciencia de peligro por parte de sus padres.

Es un claro ejemplo de adicción, aislamiento, irritabilidad, cambios de humor.  Ansiedad, pérdida de control, impulsividad, baja tolerancia a la frustración, ausencia de límites…

Pero para que quede más claro me gustaría enumerar las consecuencias de las adicciones a las nuevas tecnologías:

1
Utilización de gran parte de su tiempo a las tecnologías digitales
2
Cambios negativos en el rendimiento y/o comportamiento escolar
3
Abandono de responsabilidades
4
Aislamiento tanto de su grupo de iguales como familia. Facilita relaciones sociales ficticias
5
Ansiedad, estrés
6
Ausencia de control de los impulsos
7
Cambios de humor, irritabilidad
8
Aumento del secretismo en cuanto a su comportamiento de uso con las tecnologías aumentando las mentiras
9
Acceso a información no apta a su edad con contenidos violentos, sexistas, ilegales….
10
Problemas de comunicación
11
Conflictos familiares y sociales
12
Disminución de la atención
13
Dejadez en cuanto a cuidados personales tanto en hábitos de higiene como de alimentación
14
Trastornos  del sueño
15
Aumento de gastos económicos por encima de sus posibilidades.
16
Exposición de datos personales

No son sólo las consecuencias, sino que en un inicio también las tenemos que considerar como señales, privarse del sueño, ir descuidando otras actividades importantes, tiempo ilimitado delante de una pantalla, mentir, aislarse…

Examinado este cuadrante ¿no merece la pena dedicar tiempo a la prevención?  porque si hay algo que no dejaré de repetir es que la prevención se hace desde la INFANCIA,  ya que  a veces  cuando llegan a la adolescencia ya llegamos tarde.

Pero, ¿Qué medidas preventivas podemos tomar desde casa? ….. os invito a mi próximo post que se centrará en esto.

Hace poco mi hija me dio un “toque de atención” cuando me dijo  una tarde “mami quieres dejar el móvil por favor”.  Desde entonces es muy posible que si por la tarde cuando estoy con mis hijos me mandáis un whassap, no os conteste.

Cualquier consulta no dudéis en escribir vuestros comentarios abajo.

Nos vemos en el próximos post.

Anais

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