Ahora que ya tengo una edad, que trabajo en una profesión donde lo educativo prevalece por encima de todo y, sobre todo, por que soy madre, me he dado cuenta de lo importante, pedagógico y necesario que es el “cuando”.
Paremos un momento en su significado y seamos un poco más conscientes de lo que implica. El cuando hace referencia “al tiempo en el que” o “el momento en el que…”. Cuando le preguntaba a mi madre si íbamos a ir al parque o hacer alguna actividad, ella normalmente ponía en alguno momento esa palabra “cuando hayas recogido la habitación...” o “cuando hayas terminado la merienda…”, por poner algunos de los ejemplos más cotidianos.
En mi cabeza eso sonaba a negación, es decir, al no tener de manera inmediata aquello que yo deseaba pensaba que ya no lo iba a conseguir. La realidad es que eso era un sí: "Sí vamos a ir, si te lo voy a dar", pero tan solo tenía que hacer algo antes para conseguirlo, ¡así de sencillo! Si quería ir al parque sólo me tenía que comer el bocadillo de la merienda, ese momento dedicado a ello y cuando terminara de hacerlo obtendría lo que había pedido.
Al
utilizar el “cuando” con nuestros hijos, les estamos dando la oportunidad de
entender que las cosas no se consiguen de manera inmediata y de la manera que
quieren. Es necesario enseñarles a saber esperar, puesto que la tolerancia a la
frustración será más alta enseñándoles a gestionar mejor aquellas cosas no les
salgan cuando y como ellos quieran.
LA IMPORTANCIA DEL ESFUERZO
Por otro lado, este “cuando”
también ayuda a educar en valores, les enseña indirectamente la importancia del esfuerzo para conseguir alguna cosa ya que se han de implicar, poner de su parte
para poder conseguirlo, es decir, se
empiezan a implicar en aquello que quieren conseguir por lo que les estamos educando
en la responsabilidad (ver entrada del blog: Autonomía y Responsabilidad).
De mayores, son niños que abandonan con
facilidad aquellas cosas que se les complican, son niños con muy baja
tolerancia a la frustración y que se les hace un mundo todo aquello que implique alguna responsabilidad.
LA IMPORTANCIA DE NO RENDIRSE
LA IMPORTANCIA DE REAFIRMAR SUS ACCIONES
Por último, y no menos importante, el “cuando” en sus muchas versiones educativas también lo podemos utilizar en forma de “puesto que” o “porque”. Se trata de validar y escuchar aquello que nos cuentan nuestros hijos: “cuando tu lo dices es porque es verdad”.
EL LADO OSCURO DEL “CUANDO”
Pero, ojo ¡CUIDADO! No me gustaría terminar este artículo sin antes hacer una reflexión importante y es como en muchas ocasiones utilizamos ese “cuando” en forma de temporalidad para mi errónea: “Cuando YO tenga tiempo: te escucho, te atiendo, juego contigo, hablamos, me cuentas, te cuento…”. Mientras utilizamos este tipo de “cuando”, nuestros hijos crecen y, como digo muchas veces, cuando llegan a la adolescencia la comunicación, a veces, ya está rota. Utilicemos más el “AHORA” y no tanto el “cuando”, ya que este “CUANDO” no educa. Con este tipo de “cuando” lo que hacemos es no disfrutar de ellos sino no estar presentes.
Mi madre utilizaba esa maravillosa frase: “Cuando seas mayor comerás huevos”. Nunca la entendí y, tengo que confesar que, a día de hoy sigo sin entenderla. Me consuela pensar que todavía no la he utilizado con mis hijos.
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